La biorresonancia para adultos es una terapia que se basa en el principio de que el cuerpo humano emite radiaciones electromagnéticas que reflejan su estado de salud. Se utiliza para evaluar y tratar diferentes condiciones médicas mediante el uso de dispositivos que registran y analizan estas radiaciones. En términos prácticos, durante una sesión de biorresonancia, se colocan electrodos en la piel del paciente para captar las señales electromagnéticas emitidas por su cuerpo. Estas señales son luego procesadas por el dispositivo de biorresonancia, el cual las interpreta para identificar posibles desequilibrios o patologías. Se cree que la biorresonancia puede ayudar a detectar problemas de salud en etapas tempranas, así como a equilibrar el funcionamiento del cuerpo a nivel energético. Sin embargo, es importante destacar que la eficacia de la biorresonancia no está científicamente comprobada en todos los ámbitos de la medicina convencional, y su uso suele ser considerado complementario a otras terapias médicas.